La comunicación asertiva se ha convertido en un término muy estudiado en tanto la búsqueda de favorecer comunicaciones efectividad. Sabemos que la comunicación efectiva implica transmitir un mensaje de manera que el receptor lo reciba sin confusión o interpretaciones erróneas. Asimismo, la asertividad es entendida como una habilidad social, puesto que tiene la claridad de saber lo importante que es expresar lo que pensamos o sentimos, procurando siempre las palabras y formas sin ofender y con la premisa de respetar lo que el otro pueda opinar. Es por ello que encontramos una relación estrecha entre asertividad y comunicación efectiva. Te comparto 6 puntos que te ayudarán a ser más asertivo y efectivo en tu comunicación.
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¿Cómo tener una comunicación más asertiva?
- Identifica tus estados. Primeramente, es fundamental identificar nuestros pensamientos, sentimientos y emociones pues resultará muy complicado poder expresarlos si uno mismo no sabe cómo está. Existen muchas técnicas para reconocer nuestros estados emocionales y pensamientos tales como escribir, meditar o simplemente tomarte unos minutos para respirar de manera consciente preguntándote cómo te sientes y qué te haría sentir mejor (sé muy honesto/honesta contigo al preguntarte esto).
- Otorga importancia a tus estados. Al tener claridad en tu propio sentir, plantéate qué es importante expresarlo pues eso te lleva a ser justo y sincero contigo mismo/misma.
- Busca el momento. Muchas veces no analizamos si es el momento adecuado para entregar nuestro mensaje ¿está trabajando en ese momento? ¿se observa apresurado/apresurada por terminar una actividad ¿previamente había discutido con alguien? ¿se observa tensa/tenso?
- Cuida la forma en que te expresas. Las frases “yo siento/percibo/creo/opino” “me gustaría que” “yo deseo” son frases muy poderosas, pues permite ser más claro y puntual en lo que buscas expresar. En este punto es importante que recuerdes evitar los reclamos, quejas o generalizaciones, pues es probable que se pierda la atención al sentir un ataque. El respeto es un punto clave.
- Trabaja tu empatía. Ésta es la capacidad de reconocer los sentimientos, pensamientos o emociones de otra persona; así como nosotros expresamos nuestro sentir, es entender que los estados de alguien más son igual de valiosos. Puedes preguntar “¿Tú qué opinas? ¿Qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Cómo crees que podríamos resolverlo?”.
- Practica la escucha activa. Oír y escuchar no es lo mismo, escuchar es una acción voluntaria que requiere focalizar la atención. A todos nos gusta saber que nuestro mensaje está siendo escuchado pues le da el carácter de importancia a nuestro sentir. Evita interrumpir el mensaje de la otra persona, principalmente si lo que saldrá a la luz son reclamos o quejas.
No te lamentes ni castigues si no has empleado asertividad en tus relaciones, no es momento de criticarnos sino de escucharnos y entendernos. Cada día es una oportunidad para crecer y mejorar.